LOS DONES DEL CICLO MENSTRUAL

Tal y como explica mi querida maestra, Miranda Gray, en su libro Luna Roja, tradicionalmente se ha entendido que lo “normal” era ovular con la Luna Llena y menstruar con la Luna Nueva. Esto era lo políticamente correcto, lo que en las sociedades ancestrales se consideraba menos intimidador. Estos ciclios eran conocidos como ciclos de "Luna Blanca".

Sin embargo, muchas mujeres se rigen por el proceso contrario: ovulan durante la Luna Nueva y experimentan el sangrado con la Luna Llena. A este ciclo se le conoce como "Luna Roja" y Miranda Gray explica que no hay nada malo en él, simplemente las energías se expresan de manera diferente, de modo más visceral y fuerte, pero no por ello malo.

Para entender mejor estas dos fases es necesario analizar cómo distribuye ella las energías de la mujer según la fase menstrual:

FASE DE LA BRUJA O LA CHAMANA: 

Se da en el momento que la mujer está menstruando. Es un periodo para la introspección, la mujer está más intuitiva y conectada con su aspecto místico. Siente más necesidad de descansar y retirarse un poco del mundo, aunque dados los requerimientos de la sociedad moderna, apenas puede hacerlo. 
Es importante que intentéis sacar, aunque sea unos minutos al día, para estar en soledad y experimentar la naturaleza de esta fase. 

Si tu ciclo es de Luna Blanca, la fase de la Bruja coincide con la Luna Nueva, si es de Luna Roja, lo hace con la Luna Llena.

Es la fase dónde la mujer es capaz de entrar en los misterios más profundos de ella misma y de la creación. Es un tiempo para la lentitud, tanto física como mental, el recogimiento, el descanso y la conciencia, donde se hace limpieza de todo lo que ha pasado durante el mes y se puede eliminar todo aquello que se ha detectado como no deseado durante la fase premenstrual. Es, pues, una etapa de destrucción para volver a renacer con nuevas ideas en la fase de la Virgen.

¿Por qué se le conoce como de la Bruja o de la Chamana? Ella es la muerte y es la vida, es el umbral entre la luz y la oscuridad, es el abrir y cerrar, es el paso al otro lado, al mundo de lo sutil, al mundo palpitante de la oscuridad, de lo subterráneo, permitiendo dejar aflorar a la luz todo aquello no visto, aquello reprimido en nuestras otras fases.

La Bruja siente y ve más allá de lo evidente, ella se mueve sigilosa y al tiempo enérgica, con la fuerza de quien acoge en su ser lo que hay.Ella sana a su manera, a veces susurrando y abrazando, acunando; a veces rompiendo y destruyendo.

FASE DE LA VIRGEN O LA GUERRERA: 

En esta fase, la mujer ha dejado de menstruar y poco a poco recupera todas sus energías. No le importa tomar la iniciativa, es arriesgada y le cuesta menos trabajo encontrar su foco y poder centrarse y ser productiva. En este momento, lo esencial es que la mujer se de cuenta de que acaba de empezar un nuevo ciclo y dispone de toda la vitalidad necesaria para iniciar. 

Si tu ciclo es de Luna Blanca, tu fase de la Virgen coincide con la Luna Creciente; si es de Luna Roja, lo hace con la Luna Menguante.

¿Por qué la Doncella, Virgen o Guerrera? Ella es el fuego, es la fuerza de la semilla para romper su cobertura y crecer, expandirse y tomar su espacio, su vida, su derecho a palpitar, a rugir, a brillar, a vivir. La Guerrera defiende la vida y la verdad con el corazón abierto y el útero palpitante.

Sostiene y maneja el fuego. El fuego que inmaduramente puede quemar, arrasar y matar, la Guerrera lo danza e integra, lo navega, expande e instala en su vida despertando ella y desafiando a quienes pretenden manipular este poder.

La Guerrera es también la Doncella, la mujer que se estrena, el ciclo por iniciar, la luna creciendo, la vida que se abre camino, el proyecto que comienza, la chispa que prende, la primavera que florece. Piensa en Palas Atenea, la Diosa Doncella y Guerrera de la mitología griega. Fuerte y poderosa, no hay nada que se interponga en su camino.

FASE DE LA MADRE: 

Este es el momento en el que la mujer es más consciente de su sensualidad. En la fase de la madre sentimos la necesidad de cuidar y nutrir, de preocuparnos por otros y ser receptivas. La atención se centra en los demás y nos olvidamos un poquito de nosotras mismas. 

Esta fase es la de la ovulación y si tu ciclo es de Luna Blanca coincidirá con la Luna Llena, mientras que si es de Luna Roja, lo hará con la Luna Nueva.

¿Por qué la Madre? Es la teta que nutre, la tierra que sujeta y sostiene. Ella es el gran útero que palpita bombeando vida, el eco del tambor, el fondo de la tierra que envuelve nutriendo, la luna llena total…

La Madre está ahí abierta, en ella, sin agarrarse a nada y aceptándolo todo, la Madre abraza, acoge, ama, ama bajando, ama desde la tierra, desde el palpitar vital que no juzga ni transige.

FASE DE LA HECHICERA: 

Esta fase es la que se corresponde con la pre-menstrual. Va desde la ovulación hasta que nos baja la regla. La mujer vuelve a conectar con su mundo inconsciente y su creatividad es más desenfrenada y salvaje. Muchas veces necesita darle salida a su energía creando cosas que no la convencen y acaba destruyendo. La sexualidad y la intuición también se disparan. 

Si tu ciclo es de Luna Blanca, esta fase la vives con la Luna Menguante, mientras que si eres de Luna Roja lo haces cuando la Luna está Creciente.

Puede ser una etapa muy creativa o muy destructora, en la cual la energía creativa que contenía el óvulo quiere expresarse. Es también una etapa donde la intuición de la mujer está más presente, tiene una necesidad espiritual y de conocimiento interno mayor. Pero también es una fase de revisión y examen de la propia vida, para decidir qué necesitamos eliminar y qué cambios nos convendría hacer. Antes de la menstruación es una buena etapa para hacer limpieza.

Por tanto, lo que debes tener claro en todo momento es que no existe ningún problema porque tu ciclo vaya acorde con la Luna Roja.

Como explico siempre en nuestros círculos de mujeres que celebramos en Meiga Celta, en la Antigüedad, los hombres se sentían intimidados por las mujeres que menstruaban con la Luna Llena porque durante esta fase la luna saca a relucir y expone todo aquello que nos irrita, molesta o directamente no toleramos. Las mujeres que exhibían su Fase de la Bruja, es decir, que menstruaban durante la Luna Llena, mostraban su lado más intuitivo, misterioso, introvertido, poderoso... Les intimidaban y les producían temor, por lo que muchas veces, se las recluía. Las mujeres que se encontraban en la Fase de la Madre coincidiendo con la Luna Llena respondían más al arquetipo protector y considerado que esperaba la sociedad patriarcal de la mujer.

Sin embargo, todas las mujeres guardamos las cuatro fases de la luna dentro de nosotras.Tanto si todavía somos mujeres de naturaleza cíclica como si ya somos mujeres "completas"  somos un poco sabias, un poco emprendedoras, un poco protectoras y un poco misteriosas. Vamos cambiando a lo largo del mes, siguiendo la naturaleza cíclica de la luna, reconciliándonos con nuestro legado ancestral. Dependiendo del momento de tu vida y de las energías que necesites manifestar, tu ciclo se coordinará con una luna o con la otra, y entendiéndolo y aceptándolo, ganarás mayor control sobre tu día a día y te sentirás mucho más realizada.

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